El sabor de la gastronomía vasca
La gastronomía vasca sabe a ollas y pucheros, a carbón y madera, a los fuegos de los caseríos y a las sociedades gastronómicas. La gastronomía vasca huele a guisantes, alcachofas, alubias, setas, anchoas… y, por supuesto, a la recurrente porrusalda.
Sabe a intercambio de recetas familiares y trucos de cocina. A un almuerzo en la cima de un monte, a la cena de los viernes con los amigos o a los recuerdos de sobremesa. Sabe a conversaciones en el mercado, a cómo preparamos el bacalao al pil-pil o cómo nos fueron esas kokotxas de merluza en salsa.
La cocina vasca se siente y se vive en cada puerto, en cada lonja y en cada mercado. Su resultado es belleza minimalista, vegetales convertidos en un gran plato y pescados planos y enteros a la brasa. Una forma de hacer, de entender la cocina basada en la sabiduría tradicional, secretos familiares, personalidad y vanguardia.